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La especialización en el mundo de las Quinielas

14 mayo, 2021 by El Negrito

Uno de nuestros recuerdos de la infancia es ver a nuestro abuelo rellenar con auténtica devoción la Quiniela semanal. Ese entusiasmo, ese mimo y cariño, era tan palpable a la hora de poner ese aspa que marcaba y decantaba el resultado… que pocas veces lo veíamos tan concentrado y callado.

Pegaba su oreja a la radio, escuchaba, apuntaba y pocas vecesse inclinaba por un empate. Le gustaban los goles, los amplios marcadores. En raras ocasiones, según lo que el comentarista declaraba “lo reñido que iba a ser el siguiente partido», valoraba un reñido empate, pero no le gustaba.

Era un duelo a muerte, no era opción un punto para cada uno. Eso era conformarse. Eran otros tiempos. Otras miradas. No había pactos. Eran duelos con sangre, y las faltas eran caídas necesarias. Eran guerreros pegando patadas y marcando, porque eso era para lo que estaban preparados. Eran más que profesionales. Eran héroes. O al menos, eso pensábamos nosotros al ver en su cara sus palabras exaltadas.

Y, por supuesto, cuando su equipo preferido jugaba en casa, siempre era un UNO lo que marcaba. En cambio, si sus equipos predilectos jugaban fuera, se le veía solemne ante una decisión tan complicada como audaz. Si no nos falla la memoria -tendríamos una edad no superior a los seis años-, un DOS en ese partido, en el que sus once jugaban fuera, era una confirmación de la valentía y la furia con la que su equipo competía.

Así, con una cara de valor e intrepidez, muy marcada y gesticulada por la osadía, con la firmeza con la que un juez decreta la sentencia a un condenado, dejaba el cigarrillo reposando en el cenicero, soltaba el humo, cogía aire y con entereza, rellenaba ese cuadradito con ese aspa en el 2. Luego, como esperando una ovación o una felicitación por parte del universo, se levantaba y, con el trabajo bien hecho, abría el tapón de una botella de vino, se servía y bebía un culín, festejando ese segundo gran paso para la humanidad. Porque el primero fue llegar a la luna, y ese ya estaba sentenciado y no había nada de qué hablar.

Ahora, ¡cómo hemos cambiado! Vemos a nuestros amigos, hermanos, conocidos, incluso nosotros mismos, haciendo en cada jornada un mini master sobre cada partido.

Con interés, leemos el análisis detallado en el que nos informan de manera precisa del número de córneres, saques, tiros a puerta, goles y faltas que se han producido en los anteriores partidos en los que ambos rivales se han enfrentado.

Por supuesto, leemos en papel y en la red comentarios, pronósticos y hasta predicciones basadas en buenos juicios, en la experiencia, en las declaraciones de jugadores. Tenemos tanta información de un equipo, de un partido, que podríamos vaticinar hasta las posibles lesiones, cambios y marcajes.

Pero claro está… hasta que el árbitro no toca el silbato marcando el final, nadie sabe qué va a pasar.

Y es que, ¡el fútbol es así! Divertido, único y como dice un amigo: ¡bestial!

Es un deporte, pero también un entretenimiento para muchos. Una pasión para algunos y una gran oportunidad de ganar un dinero sustancial.

Hemos de reconocer que nos encanta hablar sobre los partidos, sobre su alineación. Y la verdad es que, el que nunca haya estado en un estadio de fútbol, no sabe la sensación inigualable que se pierde. Es como montarse en una montaña rusa, a la vez ver unos fuegos artificiales y sentir una vibración que recorre todo tu cuerpo, como si hubiéramos metido los dedos en un enchufe conectado con el Universo.

¡Cómo no nos va a apasionar rellenar una Quiniela y encima ¡ganar!

Que ganen nuestros jugadores en un emocionante partido y, al mismo tiempo, conseguir un piquito o convertirnos en millonarios. ¡Qué gozada, qué sueño!¡A por ello y suerte!

Filed Under: Quiniela

Las plantas de la buena suerte

7 mayo, 2021 by El Negrito

Todos hemos tenido esa sensación de entrar en una habitación y encontrarnos muy cómodos, no sólo por la decoración y el buen gusto, sino también por la distribución de los objetos y por la calidez del color.

Ese ambiente tan relajante y perfecto para charlar, leer o simplemente estar, no sólo lo da la elegancia y la sensibilidad por una buena decoración, lo consigue una buena elección de las plantas y flores.

Si recordáis, lo que coincide en todos esos lugares en los que hay buen rollo, paz y una corriente especial, es la elección perfecta de las plantas.

Y es que está más que demostrado que no todas las plantas producen buenas vibraciones. Según las investigaciones basadas en estudios ancestrales, entre las que podremos citar el antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta conocido como feng shui, existe una armonía en el espacio, en la propia naturaleza, con la que se logra una influencia positiva. Así, una sala en la que haya unas plantas concretas nos dará positividad, suerte y armonía a las personas que la ocupan.

A ojos incrédulos parece algo imposible, pero está constatado que al igual que estamos formados de agua y somos receptivos a los cambios climáticos y de presión, también somos muy sensibles a aspectos como la ubicación de las diferentes estancias de la casa, así como la distribución de sus elementos y su orientación.

Los estudios ponen mucho énfasis en la importancia de las plantas que habitan en cada estancia, ya que no todas son capaces de crear ambientes positivos, en los que las buenas vibraciones y la luz dominen y contagien la sala.

Así, no sólo es relevante colocar las plantas en los lugares correctos, sino también elegir las que se sabe a ciencia cierta que son dinamizadores de energía positiva, haciendo que ésta fluya de una manera continuada.

Estas son algunas de las plantas perfectas para colocar en nuestro hogar:

El bambú de la suerte (Dracaena sanderiana)

Esta conocida planta además de crear ambientes relajados y atraer el bienestar a tu vivienda, es visualmente muy atractiva y original.

Puedes plantarla en una maceta, siempre que sea de cerámica o arcilla, para mejorar su salud y crecimiento.

Lavanda (Lavandula angustifolia)

Con un aroma muy agradable, esta protectora planta también controla los nervios y mejora los dolores de cabeza.

Albahaca (Ocimum basilicum)

En casi todas las culturas esta planta siempre ha sido muy valorada, no sólo por su conocido uso culinario o por su poder para ahuyentar a los molestos mosquitos, sino también porque siempre se le ha atribuido la propiedad de alejar la mala suerte y atraer el bienestar económico a nuestro hogar.

Helecho macho (Dryopteris filix-mas)

A esta planta se le atribuyen varias funciones protectoras que hará que nuestra casa quede libre de malas vibraciones. Además, también nos ayudará a mejorar la autoestima de las personas que se encuentren cerca de ella.

La planta del dinero (Plectranthus)

Esta planta la puedes encontrar en muchas variedades diferentes. Según el Feng Shui, se dice que, si se cuida bien, no le faltará el dinero a su dueño. Se suele colocar en cestos colgantes debido a su forma, y como no necesita grandes cuidados, la podemos colocar de manera fácil en muchos lugares de la casa.

Estas son algunas de las plantas que nos llenarán de luz, de positividad y de buena suerte. Distribúyelas en tu hogar si deseas que se caracterice por su armonía, bienestar y fortuna.Si sueñas…siempre Loterías.

Filed Under: Curiosidades

Día de la Madre

2 mayo, 2021 by El Negrito

En nuestro país, el Día de la Madre se celebra el primer domingo de mayo. Una fecha muy señalada que en todos los lugares del mundo está marcada con el objeto de rendir homenaje a las madres y agradecerles todo el esfuerzo que han hecho y siguen haciendo por nosotros a lo largo de nuestra vida. 

Las madres son sinónimo de amor incondicional, de ejemplo, de esfuerzo, de sacrificio. También de cálido cariño, de mimo… no hay adjetivos en el diccionario para describir a cada una de nuestras madres.

Es cierto que, en nuestra vida, todos hemos tenido momentos en los que hemos pensado: “¡Qué pesada!”, pero qué suerte tenemos todos aquellos que la hemos disfrutado, o que la seguimos abrazando, acariciando y llamando. Porque la verdad es que, si con alguien puedes contar, es con ella, con nuestra madre.

Para conocer el origen del Día de la Madre nos tenemos que remontar al imperio egipcio. En aquella lejana época se rendían honores a la Diosa Isis, a quien se la consideraba la madre de los faraones y la protectora de todos sus habitantes.

Si atendemos a los griegos, ellos honraban a la Diosa Rea, a quien la atribuían los dones de la maternidad y la fertilidad.

Para los romanos, la Diosa madre era Cibeles. La fiesta que se celebraba el 15 de marzo en su honor, con una duración de tres días, fue llamada la Hilaria.

En España, se tienen registros sobre el festejo del Día de la Madre desde el año 1330, que se realizaba el 8 de diciembre en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción.

En 1965, la Iglesia católica decidió separar el Día de la Inmaculada Concepción del Día de la Madre, trasladándola al primer domingo de mayo, para así hacerla coincidir con las actividades especiales programadas en este mes, dedicadas a la Virgen María.

A partir de ese momento, todos, desde niños y con mucho cariño, hemos hecho en el colegio un regalo especial a nuestra madre para dárselo en el primer domingo de mayo. Luego, de mayores, les seguimos obsequiando con flores, detalles o con aquello que sabemos que les va a hacer sonreír y sentir lo especiales que son en nuestras vidas y en nuestro corazón.

Sobre ese día tan especial muchos hijos famosos han dedicado canciones a sus madres: Álex Ubago, Víctor Manuel, Bruce Springsteen, Amaia Montero… Poetas han dedicado versos, escritores cuentos y hasta libros enteros, hasta cocineros les dedican platos…  Detengamos un instante leyendo el poema Madre, llévame a la cama de Unamuno, escritor y filósofo español perteneciente a la generación del 98.

Madre, llévame a la cama.

Madre, llévame a la cama,

que no me tengo de pie.

Ven, hijo, Dios te bendiga

y no te dejes caer.

No te vayas de mi lado,

cántame el cantar aquél.

Me lo cantaba mi madre;

de mocita lo olvidé,

cuando te apreté a mis pechos

contigo lo recordé.

¿Qué dice el cantar, mi madre,

qué dice el cantar aquél?

No dice, hijo mío, reza,

reza palabras de miel;

reza palabras de ensueño

que nada dicen sin él.

¿Estás aquí, madre mía?

porque no te logro ver…

Estoy aquí, con tu sueño;

duerme, hijo mío, con fe.

El Día de la Madre no se celebra el mismo día en todos los países, sino que varía de un lugar a otro. Así, en Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Cuba, Croacia… y en otros muchos países más, el Día de la Madre tiene lugar el segundo domingo del mes de mayo de cada año.

En Noruega es el segundo domingo de febrero. El 8 de marzo es en Albania, Rumania, Serbia, Bulgaria. Mientras el 21 de marzo lo es en Marruecos, Siria, Egipto, el último domingo de mayo es en Francia, Haití, Suecia, Túnez… En Argentina, el Día de la Madre se conmemora el tercer domingo de octubre, debido a la antigua celebración del calendario litúrgico que solemnizaba la festividad de la Maternidad de la Virgen María en octubre. El Último domingo de noviembre en Rusia…

Lo cierto es que todos coincidimos en dedicarle un día especial, cada uno con sus costumbres.

Nosotros este año, además de prepararle una comida bien rica, le regalaremos un décimo de Lotería. Porque no hay nada mejor que soñar juntos de la mano, ¿verdad? ¡Y más con nuestra madre!

Así que… ¡Feliz Día a tod@s!

Seguimos soñando… siempre con Loterías 😉 .

Filed Under: Días Especiales

El jugador post pandémico

29 abril, 2021 by El Negrito

Como en aquella canción de Presuntos Implicados titulada Cómo hemos cambiado, versionada claro, por la pandemia:

Ah, cómo hemos cambiado

Qué lejos ha quedado,

Vernos los labios pintados

……….

Y lo mejor que conocimos

El Covid separó nuestros destinos

Que hoy nos vuelven a reunir

Distanciados y enmascarados,

Y quizás ya pronto vacunados.

……….

Ah, cómo hemos cambiado

Sitiados y alertados

Ah, ¿qué nos ha pasado?

¿Qué hemos olvidado?

Quizás lavarnos las manos…

Es obvio decir que este dichoso virus nos ha cambiado. Ha hecho que mutemos también nosotros transformando nuestros horarios, destinos, trabajos, rutinas, salidas… y un sinfín de interminables costumbres, tradiciones y actos sencillos, que ahora son impensables o al menos, poco aconsejados.

Hemos cambiado. Y si me apuras… ¡Qué bien que lo hemos hecho! Porque eso quiere decir que somos unos afortunados por seguir vivos, por haber conseguido despistar a ese mal nacido Covid-19.

Nunca hay que subestimar al enemigo, y menos si es el malo de los superhéroes: más que enano, invisible y siempre con ganas de hacer daño.

Hemos cambiado. No nos enteramos ya… de los que tienen mal aliento o les canta el sobaco. A los primeros porque van como nosotros: encapsulados detrás de una mascarilla, llevadera y cariñosa con frío, pero insoportable al sol o corriendo tras un balón. Y de los segundos, nos separamos sin saber si huelen a alcanfor o al último perfume de Christian Dior.

¡Menos mal! Que no sólo bicho malo nunca muere. También como dijo Ovidio: Nada hay más fuerte que el hábito. ¡Y así seguimos! Juntándonos con los amigos, tras “un chupito cortito que rápido hay que ponerse la mascarilla no sea que un aerosol con el virus baje planeando desde algún balcón y nos relegue a la posición de salida de mantita y la casa cerradita”.

Poco a poco dejamos atrás el miedo y la confusión y volvemos a ser los mismos que contaban chistes malos, ahora sobre virus, y siempre sobre políticos.

Pero, que levante la mano quién no haya cambiado algún hábito… Si es que en estos meses estamos usando más el codo, que el ser humano en los dos siglos anteriores. No sólo nos saludamos chocándonos el codo, ¡y mira que parecemos amorfos! También abrimos puertas con el codo… ¡Y mira que es incómodo! Estornudamos buscándole… vamos que no nos rascamos las orejas porque, de serie, no llegamos.

Somos los mismos… un poco trastocados en los bolsillos y con los horarios… ¡pero los mismos! Y sobre todo, para mal, no recordamos tiempos pasados… ¡Ale… una ola! A por ella… ahora ya no hay contagios… ¡A por otra!… Menos mal… ¡Que o nos vacunan o entre nosotros nos matamos!

Eso sí… obedientes. Pero siempre viendo una meta. Una bandera verde que nos recuerde que el verano está cerca y podremos volver a bañarnos.

Hemos cambiado. Quizás, antes apostábamos siempre con más fuerza y confianza, y ahora buscamos en las redes más información. Aseveración de que nuestro criterio es el correcto, el mejor.

Apostamos y seguimos jugando. Porque eso es como para un valenciano no comer paella, o para un asturiano, no terminar un cachopo de ternera. Algo impensable. Hemos cambiado. O más bien, modificado un poco nuestras costumbres.

Compramos en internet desde el codiciado papel higiénico hasta los 6 kilos de patatas como si nos fueran a llover del cielo clavos ardiendo y bajara Dios maldiciendo: ¡Os lo habéis buscado!… Sois malos… A esta plaga la seguirán la de las avispas asesinas y la de los lobos esteparios…

Menos mal que nos hemos tranquilizado. Seguimos comprando al por mayor, pero ahora pensando en chuletadas en el campo, y jugando más por internet, porque hemos comprobado que la suerte también se viste entre teclados y está conectada todo el año.

Quizás, por eso, estén triunfando las peñas virtuales para jugar a la Lotería, o hacer las Quinielas. Porque somos los mismos, pero ahora también sabemos jugar y relacionarnos solos, pero siempre acompañados.

Y por supuesto seguimos soñando.

Siempre con Loterías.

No te olvides de tu mascarilla… y ¡Suerte en esta semana!

Filed Under: Universo Lotero

Los amuletos y la serendipia

21 abril, 2021 by El Negrito

Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual, cuando se está buscando una cosa distinta.

En la historia de la ciencia son frecuentes las serendipias. Estos descubrimientos realizados por accidente, o suerte incluyen desde la ley de la gravedad, la invención de la máquina de vapor, el estetoscopio, la anestesia, los rayos x, la penicilina y los implantes dentales entre otros muchos.

El término de serendipia se remonta al conde de Oxford, Horace Walpole (1717-1797), uno de los iniciadores de la novela gótica, cuya obra incluye más de 1800 cartas, que han servido para ilustrar y reconstruir la historia europea del siglo XVIII. Este personaje, tenía como pasatiempo, inventar palabras, y serendipia fue una de ellas.

Un claro ejemplo de serendipia fue la de Cristobal Colón, quien buscaba una mejor ruta hacia la India y en realidad llegó a América. O el de Arquímedes quien dio con la solución de manera accidental o fortuita de un problema, pensaba en cómo medir el volumen de una corona y la solución la descubrió cuando se introdujo en su tina y vio como el agua se desplazaba, lo que le hizo pensar que la cantidad de agua desplazada equivaldría al volumen del objeto sumergido.

Aunque el concepto de serendipia haga referencia a la existencia de la suerte, o a la chiripa, en la realidad, en ella está involucrada unas variables aún más importantes como son la sagacidad y la observación. Pues solamente una mente abierta, astuta y alerta, con alta capacidad investigativa, deductiva y creativa tiene la capacidad de percibir que ese hecho fortuito, que esa situación no esperada, se convierta en un descubrimiento relevante y por consiguiente importante. Y es que la suerte nos da pistas, nos muestra el camino y la dirección, pero tenemos que dejarnos guiar.

Si nos acostumbramos a observarnos. A analizar un simple hecho de nuestra vida, como puede ser, el acertar unos números que pensamos que hemos escogido de una manera aleatoria, sin siquiera meditar, podremos deducir, como ha sido el caso de algunos afortunados ganadores de sorteos, que esos números, han correspondido a unos números que se han repetido de manera sistemática en su vida: La fecha de su nacimiento, el número de su portal, que coincide con el día en el que conoció a su actual mujer y en el que nació su hijo… así es la vida. Nos da pistas. Nos enseña parcialmente la cara de la suerte.

Christian Busch, profesor de la London School of Economics y en la Universidad de Nueva York, publicó el año pasado un libro que tiene por título: Mentalidad de serendipia. «Podrías pensar que la serendipia es simplemente una suerte pasiva que aparece de repente, cuando en realidad se trata de un proceso activo de detectar y conectar distintos puntos», asevera Busch. «Se trata de ver puentes dónde otros solo ven brechas y luego tomar la iniciativa para fomentar la suerte. La serendipia es una fuerza que en muchos casos ha estado detrás de algunos descubrimientos científicos, pero también está presente en nuestra vida cotidiana, en cada momento simple o decisivo que acaba modificando nuestra vida«.

Si no sabes porqué… pero el llevar en el bolsillo ese mini elefante verde de mármol, sabes que te da suerte… ¡pues no lo pierdas! Si te salvaste de que te cayera una rama de árbol justo cuando te paraste a recoger una llave… ¡no la pierdas! Ya sabes que te da suerte. Quédate con ella, con su suerte.

Podríamos hacer un repaso de los diferentes amuletos que conceden protección y suerte. Todas las culturas, tienen sus predilectos.

Eres único y especial. Busca el tuyo. Quizás ya lo tengas. Obsérvate.

Si sueñas… Loterías. ¡Suerte!

Filed Under: Curiosidades

El humor y la lotería

16 abril, 2021 by El Negrito

Los españoles tenemos fama de ser sociables, risueños, simpáticos y bromistas. Y es que está más que demostrado que ver el vaso medio lleno es más saludable que tomarse la vida demasiado en serio.

Tenemos la costumbre de mantener conversaciones con gente desconocida, hablar sin ser preguntados, en definitiva, montar más que un gallinero al juntarnos.

Es verdad que hablamos alto si nos comparamos con otros europeos y sacamos punta a todo lo que nos sucede sea bueno o malo. No dejamos títere con cabeza. Lo que nos importa lo ridiculizamos con chistes más o menos acertados. Lo cotidiano, lo estiramos hasta tal punto que las bromas traen tanta cola que lo hacemos tan viral como ya sumamente normal.

Tenemos chistes para todo y para todos. Es, junto al fútbol, el deporte nacional.

Y chistes sobre la lotería Nacional, por supuesto, no podían faltar. Veamos aquí unas muestras autóctona y alguna otra externa como la de fantásticos y mundialmente conocidos Simpson:

Pregunta el marido a la esposa:

– ¿Qué harías si me tocara la lotería?

Esposa:

– Me quedaría con la mitad, me separaría de ti y me iría de casa.

Marido:

– Muy bien. Pues me han tocado 12 euros; toma tus 6 y ¡hala!, a freír espárragos.

Una mujer quería comprar un número de lotería, pero estaba indecisa sobre qué números escoger, así que va donde el joven vendedor y le pregunta:

– Mire, quiero jugar a la Lotería, pero la verdad es que no sé cómo escoger los 5 números, a lo mejor usted me puede ayudar?

– Claro, como no – responde el joven y a la vez le pregunta:

– Por ejemplo, dígame. ¿Cuántas veces ha salido usted del país?

– Cuatro veces.

– Perfecto, ese es su primer número, el 4. Ahora dígame ¿Cuántos hijos tiene?

– 2 hijos.

– Ok, ese es su segundo número. ¿Y cuántos libros ha leído este año?

– 5 libros.

El joven anota.

– Ahora cuénteme, ¿Cuántas veces al mes hace el amor con su marido?

– Oiga pero, eso es muy personal, ¿no cree?

– Bueno, ¿quiere o no ganar la lotería?

– Bueno, bueno… 2 veces al mes.

– Ok. Y ahora que ya entramos en confianza, dígame: ¿Cuántas veces en su vida le ha puesto los cuernos a su marido?

– Perdone joven, pero sepa que… ¡Yo no soy de esas mujeres sueltas…!

– Está bien, está bien, no se enoje – le dice el joven – Eso quiere decir que cero veces. Ya lo tengo, su número es el: 4 2 5 2 0

Efectivamente la mujer compra la serie completa y al día siguiente lo primero que hace es mirar el periódico y encuentra que el número ganador del premio es el: 4 2 5 2 7 y grita:

– ¡Eso me pasa por mentirosa!

Esto es un catalán que, desde 15 días antes del sorteo de la Lotería de Navidad, está en la iglesia diciéndole a Dios:

– Mira Señor. Tú me tienes que ayudar. Tienes que hacer que gane el gordo de la Lotería completo. Y ese año, no le toca nada. Al año siguiente, lo mismo. Y al siguiente… y al siguiente… y al siguiente.

Así que a Dios se le hinchan los cataplines, y se le aparece al catalán con una luz muy grande y un trueno muy gordo:

– Hijo mío. Yo te quiero ayudar. Pero compra el décimo por lo menos.

Un hombre sale como loco al balcón de su casa, y le grita a su mujer que está en el parque hablando con las amigas:

– ¡Solcito! ¡Solcito! ¡Hemos ganado los 50 millones en la lotería!

La mujer salta como loca de alegría, pasando entre todas las amigas, y sale volando a la casa para abrazarse con su marido, cruza la calle, y en eso aparece un camión a 120 Km por hora y… zas, la atropella.

El marido abre los ojos hasta sacarlos casi de las órbitas, y dice:

-¡Carajo! Cuando uno está con suerte, ¡ESTÁ con suerte!

Le pregunta el marido a su mujer:

– María, si te tocaran cien millones con la lotería, ¿me dejarías de querer?

– No, mi vida. Pero te echaría mucho de menos.

A dos vascos les toca la lotería.

– Patxi, ¿Qué vamos a hacer con tanto dinero?

– Montarnos un puticlub.

– Ya, pero, ¿y si va mal?

– Si nos va mal, lo abrimos al público.

Si sueñas… Siempre Lotería. ¡Suerte!

Filed Under: Humor

El sorteo del día del Padre en imágenes

19 marzo, 2021 by El Negrito

Nuestro papá o padre, ¡cómo no iba a tener un día especial en el año! Dedicado en su honor, con cariño y predilección. Subrayando ese amor incondicional y sincero que ponen a todo lo que hacen, han hecho y seguirán haciendo. ¡Cómo no iban a contar los padres con un Sorteo Extraordinario!

Si cerramos los ojos, todos -o casi todos- tenemos la suerte de tener un montón de imágenes de nuestro papá: jugando con nosotros, acompañándonos al colegio, comprándonos un helado…

Sentimos a esa persona que nos ha mantenido, cuidado, amado e incluso reñido y, por supuesto, querido tanto que seguro que una de esas imágenes que nuestra retina y recuerdo han guardado en nuestro corazón y cerebro es un abrazo sentido y único, tan especial, como lo es la relación entre un padre y un hijo.

Un abrazo de encuentro, cuando nos reencontrábamos después de un viaje, una excursión, un curso… Y es que la vida nos aleja y nos vuelve a encontrar con las personas que marcan nuestra vida.

Los años las definen, otras veces nos las difumina para luego remarcarlas recordándonos que siempre han estado a nuestro lado enseñándonos a caminar.

Hoy en día, todos o casi todos tenemos un álbum digital o en papel de nuestro padre.

Si nos tomamos un segundo para verle y evocarle nos veremos físicamente con él sonriendo cómplices y seguros. Nos reconoceremos en él, en sus gestos, sus gustos y hasta en sus cabreos y disgustos.

Dicen que De tal palo… tal astilla, o Quien a los suyos se parece… honra merece. Pueden enumerar acertados refranes y nosotros reconocernos en ellos, y seguro que sonreiremos con cariño hacia esa persona que en nuestra vida no sólo merece un día; ¡sino todos y cada uno de los días! Esos días en los que tan cariñosamente nos ha dado la mano, arropado y ayudado en la sombra y a pleno sol.

Estas son algunas imágenes de décimos que, en su honor y durante los últimos años, la Lotería ha homenajeado a ese padre, a ese progenitor, padrazo y siempre más que procreador, que con cariño llamamos o hemos llamado… ¡papá!

Décimo de 2016
Décimo de 2017
Décimo de 2018
Décimo de 2019
Décimo de 2020
Décimo de 2021

Como hemos podido apreciar en estos décimos, a la figura del padre la representan casi siempre con bigote y gafas. Pero como bien dicen: Padre no hay más que uno, y aunque se empeñen en plantarles a todos un mostacho y unas lentes, cada uno al nuestro le podríamos dibujar identificándole con sus objetos característicos. Quizás en alguno coincidiríamos. Y es que todos somos tan distintos… pero tan iguales.

Reímos y soñamos con casi las mismas cosas. Compartimos deseos y anhelamos ese décimo que seguro compartiremos con los que más queremos. Así es la vida, un bonito ciclo compartido.

Sigue soñando y… ¡suerte!

Filed Under: Sorteo Extraordinario Día del Padre

Cómo son los bombos de la Lotería

14 marzo, 2021 by El Negrito

EFE

Como podemos ver, en la imagen hay dos bombos: el grande, mide casi tres metros de alto (concretamente 2 metros con 80 centímetros y pesa unos 800 kilos); es el que contiene las bolas de los números que desde 2007 alcanzan las 100.000. El más pequeño contiene las 1.807 bolas en premios. Mide 70 centímetros y pesa la mitad que su hermano mayor, unos 400 kilos. Son dorados y están hechos de una aleación de cobre, estaño y plomo. Como dato curioso, hay que decir que las bolas que contienen son de madera de boj procedente de Galicia. Cada una pesa 3 gramos y mide unos 18 milímetros. Los números que llevan impresos están grabados con láser ya que, si llevaran pintura, esta podría alterar su peso.

EFE

Su diseño ha permanecido inalterado a lo largo de los más de doscientos años. En 2004, una empresa de Chiclana de la Frontera, Fluidmecánica Sur, dedicada a la maquinaria hidráulica y eléctrica para el sector naval, se encargó de incorporar algunas mejoras tecnológicas.

«Los bombos se fabricaron a petición de Loterías del Estado», explicaba el responsable del proyecto de construcción de los bombos, y trabajador de la empresa Fluidmecánica Sur, Rafael Vallejo.

Según Vallejo: El encargo se recibió con una enorme alegría. Su fabricación fue motivada por un cambio en el sorteo, cuando se pasó de las 66.000 viejas bolas a las 100.000 actuales. Es un diseño bastante bueno y ha aguantado más de cien años. Las esferas giran sobre un soporte de acero y cada bombo descansa en una mesa de apoyo. Hicimos una réplica del bombo existente, pero de mayor tamaño. La configuración de la esfera es exactamente la misma.

EFE

El bombo tiene un motor eléctrico que gira a mil quinientas revoluciones por minuto, y luego tiene un reductor de velocidad que da de 15 a 20 vueltas por minuto. Además, tiene un sistema de parado que accionas un botón y el bombo sigue girando hasta que coincide la válvula, que es por donde salen las bolas, con la trompeta.

El sistema tradicional de girar los bombos es el mismo que se utilizaba desde que comenzó el Sorteo en 1812. La esfera grande continuó girando desde entonces hasta hace dieciséis años que se incorporó una réplica, explicaba Vallejo.

Lo curioso es que hace dos siglos el movimiento del bombo era como es normal, manual. Varias eran las personas encargadas de girar el bombo con un volante. Y ahora, tal y como narra Rafael Vallejo: Hay un panel de control, que no se ve en la televisión, con un botón de marcha y otro de parada. Además de un sistema de emergencia por si hay que pararlo en caso de necesidad.

Al principio para los sorteos se usaban tinajas o arcas de madera hasta que a mediados del siglo XIX se empezaron a fabricar lo que llamaban globos de alambre, con el fin de que en la extracción no interviniese la mano del hombre salvo para tirar de una varilla que abriese la válvula y permitiese salir la bola.

El primer bombo comenzó a usarse el 5 de febrero de 1853, con capacidad para 30.000 bolas. Ya en 1914 se sustituyó por una pareja de bombos construidos por la casa Richard Gans, unidos por un eje. Posteriormente se separaron y siguieron utilizándose de esa forma hasta ahora. Así son los bombos de la Lotería.

EFE

En el bombo está tu suerte.

Filed Under: Curiosidades

Cuento sobre la suerte e historias sobre el azar

24 febrero, 2021 by El Negrito

Una historia china habla de un anciano labrador, viudo y muy pobre, que vivía en una aldea, también muy necesitada.

Un cálido día de verano, un precioso caballo salvaje, joven y fuerte, descendió de los prados de las montañas a buscar comida y bebida en la aldea. Ese verano, de intenso sol y escaso de lluvias, había quemado los pastos y apenas quedaba gota en los arroyos. De modo que el caballo buscaba desesperado la comida y bebida con las que sobrevivir.

Quiso el destino que el animal fuera a parar al establo del anciano labrador, donde encontró la comida y la bebida deseadas. El hijo del anciano, al oír el ruido de los cascos del caballo en el establo, y al constatar que un magnífico ejemplar había entrado en su propiedad, decidió poner la madera en la puerta de la cuadra para impedir su salida.

La noticia corrió a toda velocidad por la aldea y los vecinos fueron a felicitar al anciano labrador y a su hijo. Era una gran suerte que ese bello y joven rocín salvaje fuera a parar a su establo. Era en verdad un animal que costaría mucho dinero si tuviera que ser comprado. Pero ahí estaba, en el establo, saciando tranquilamente su hambre y sed.

Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaron para felicitarle por tal regalo inesperado de la vida, el labrador les replicó: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe!”. Y no entendieron…

Pero sucedió que, al día siguiente, el caballo ya saciado, al ser ágil y fuerte como pocos, logró saltar la valla de un brinco y regresó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaron para condolerse con él y lamentar su desgracia, éste les replicó: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¡Quién sabe!”. Y volvieron a no entender…

Una semana después, el joven y fuerte caballo regresó de las montañas trayendo consigo una caballada inmensa y llevándoles, uno a uno, a ese establo donde sabía que encontraría alimento y agua para todos los suyos. Hembras jóvenes en edad de procrear, potros de todos los colores, más de cuarenta ejemplares seguían al corcel que una semana antes había saciado su sed y apetito en el establo del anciano labrador. ¡Los vecinos no lo podían creer! De repente, el anciano labrador se volvía rico de la manera más inesperada.  Su patrimonio crecía por fruto de un azar generoso con él y su familia. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su extraordinaria buena suerte. Pero éste, de nuevo les respondió: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe!”. Y los vecinos, ahora sí, pensaron que el anciano no estaba bien de la cabeza. Era indudable que tener, de repente y por azar, más de cuarenta caballos en el establo de casa sin pagar un céntimo por ellos, solo podía ser buena suerte.

Pero al día siguiente, el hijo del labrador intentó domar precisamente al guía de todos los caballos salvajes, aquél que había llegado la primera vez, huido al día siguiente, y llevado de nuevo a toda su parada hacia el establo. Si le domaba, ninguna yegua ni potro escaparían del establo. Teniendo al jefe de la manada bajo control, no había riesgo de pérdida. Pero ese corcel no se andaba con chiquitas, y cuando el joven lo montó para dominarlo, el animal se encabritó y lo pateó, haciendo que cayera al suelo y recibiera tantas patadas que el resultado fue la rotura de huesos de brazos, manos, pies y piernas del muchacho. Naturalmente, todo el mundo consideró aquello como una verdadera desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¡Quién sabe!”. A lo que los vecinos ya no supieron qué responder.

Y es que, unas semanas más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Pero cuando vieron al hijo del labrador en tan mal estado, le dejaron tranquilo, y siguieron su camino. Los vecinos que quedaron en la aldea, padres y abuelos de decenas de jóvenes que partieron ese mismo día a la guerra, fueron a ver al anciano labrador y a su hijo, y a expresarles la enorme buena suerte que había tenido el joven al no tener que partir hacia una guerra que, con mucha probabilidad, acabaría con la vida de muchos de sus amigos. A lo que el longevo sabio respondió: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¡Quién sabe!”.

Y es cierto que, nunca se sabe lo que la vida nos depara, lo que nos parece una bendición acaba convirtiéndose en una pesadilla, y al revés, situaciones complicadas y desagradables que nos abren puertas y nos ponen una sonrisa de oreja a oreja. ¡¿Quién sabe?!

Si os gusta leer y descubrir el significado oculto de las palabras del autor. Si encontráis en la lectura unos momentos especiales, estas son algunas pequeñas joyas de la literatura cuyo argumento común son los juegos de azar.

  • El jugador de Fiodor Dostoievski: Un tutor ruso que se convierte en un apasionado jugador de ruleta, mientras es rechazado por su gran amor.
  • Don Juan Tenorio de José Zorrilla: Un seductor incansable que conquistaba mujeres ricas para que pagaran sus deudas de juego.
  • La dama de picas de Alexandre Pushkin: Una historia de ambiciones, obsesiones y la necesidad de ganar un juego de cartas.
  • La música del azar de Paul Auster: Una novela increíble basada en la ambición por ganar una fortuna en una partida de póquer.

Si sueñas que tus deseos se vuelvan realidad… siempre Loterías. ¡Suerte!

Filed Under: Curiosidades

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