Vamos a ser sinceros, la envidia aunque sana, es humana. Nos corroe, nos incita y, a veces, nos consume hasta el punto de desear con tanta pasión el haber sido los afortunados que hemos visto en noticias y medios.
Algunos, entre los que se encuentra uno de mis mejores amigos, a día de hoy, continúa en sus trece de no querer saber nada de dónde tocó el Gordo y sus hermanos pequeños, a los que llama con anhelo: sus encantadores rechonchos y orondos… porque no lleva bien eso de no ser el que brinda y sonríe en la foto. Pero en cambio, le reconozco, que no ha perdido la ilusión, pues le faltó tiempo para comprar más décimos del niño, para como él decía: aumentar sus posibilidades.
No seamos como mi amigo Lucas y conozcamos a los que la noche después del sorteo no pudieron pegar ojo pensando en tapar agujeros, realizar deseos o proyectar diseños de planos y nuevos pensamientos.
El 72897, el Gordo, aterrizó, entre otros, sitios en Huelva.
Los protagonistas: una familia que llevaba tres años sin ingresos por no tener trabajo.
Los afortunados de Punta Umbría: Emiliano Martín, el padre, que llevaba tres años sin empleo porque se dedica a cuidar de su esposa que sufre una enfermedad rara.
El Botín: se han llevado 1,2 millones de euros tras comprar tres décimos.
Sus alegres declaraciones han aparecido en prensa: “Lo que más nos gustaría hacer en primer lugar es viajar. Un deseo que, por el momento, tendrá que esperar debido a la actual situación.”.
También el premio GORDO llenó de alegrías, llantos y conmoción en una fábrica de automoción de Reus, Tarragona, que se llevaron la mayoría de los décimos caídos en esta localidad.
Podríamos así seguir llenando la página con protagonistas poseedores de algún décimo del 72.897, dotado con 4.000.000 de euros a la serie. Pero, sinceramente, la mayor parte de los agraciados son anónimos en la prensa, pero muy abrazados en familias y en tertulias.
El 6.095, segundo premio de la Lotería de Navidad, dejó más de 111 millones de euros en la Comunidad Valenciana; en Alicante, ¡un montón!
Los protagonistas: Una limpiadora de Pinoso, de 61 años, que ha ganado 500.000 euros. Ha señalado que los cuatro boletos los adquirió su marido, que está en el paro. Nuestros afortunados ganadores desean compartir el premio con sus dos hijos y con su ex nuera, como regalo de Navidad.
Sus declaraciones: Seguiré trabajando aunque «de otra manera».
Si me permiten meter baza: yo, el “de otra manera” lo haría mentalmente desde la playa… todos los días 45 del mes, siempre que cayeran en martes, y desde las tres hasta las cuatro.
Este premio ha sido muy repartido, con muchos otros protagonistas repartidos por buena parte de la geografía española. Estos ganadores nos los podemos encontrar en Alcalá de Henares (Madrid), Gandía (Valencia), Pinoso (Alicante), Crevillente (Alicante), Elda (Alicante), Madrid, Callosa de Segura (Alicante), Palma de Mallorca, Barcelona, Ferrol (A Coruña), León, Lleida, San Pedro del Pinatar (Murcia), Murcia, Isla Mayor (Sevilla), Manises (Valencia) y Barakaldo (Vizcaya).
La suerte en Navidad ha llamado a tantas puertas y ha dejado tanta satisfacción, ilusión y ganas de vivir, que es una suerte seguir acercándonos siempre que queramos a comprar un décimo, una posibilidad de cambiar, de mejorar, de conseguir nuestros sueños, ¡y de volar!
Si sueñas con la Lotería… seguro que un día te tocará. ¡Suerte!