¿Qué sería de nosotros si no existieran los números? Durante generaciones, hemos utilizado los sistemas de numeración como forma de comunicación en diferentes ámbitos y situaciones. Utilizados como símbolos de supersticiones, protagonistas de operaciones matemáticas y hechos históricos, marcadores de hallazgos científicos… Y así un sinfín de utilidades que hacen que su uso sea fundamental en todas las culturas. Pero, ¿sabemos realmente cuál es su origen?
Hoy te invitamos a conocer algunas curiosidades relacionadas con los números y, créenos, te van a sorprender. Antes que nada y, como ya sabéis si soléis leer el blog con nosotros, nos gusta ponernos un poco en situación antes de soltaros el rollo. Así que vamos un poquito para atrás, en concreto, al momento en que surgieron los primeros sistemas de numeración.
¿Sabías que las cifras numéricas se originaron mucho antes que la escritura?
No es de extrañar ya que los números son la base de todo. Aunque no se hubieran desarrollado estos sistemas numéricos, ni se hubiese puesto nombre a cada número, cada uno de nosotros tenemos un sistema innato para la enumeración que nos permite representar cantidades de forma asociativa y llevar a cabo simples tareas de cálculo.
Si vamos número por número, es curioso lo que hemos descubierto del número 0. ¿Eres de los que cree que se trata del primer número en crearse? Pues como nosotros, estás equivocado. Aunque sea el primer número con el que empieza la sucesión numérica del sistema que utilizamos hoy, no fue el primero en utilizarse. Aunque en la filosofía india ya se manejaban los conceptos de vacío, nada y nulidad, no fue hasta el siglo III A.C., durante la antigua Babilonia, cuando empezó a coger fuerza.
Por otro lado, ¿has oído hablar de una secuencia de tipo “Fabonacci”? No es otra cosa que una sucesión de números que son la suma de los dos que les preceden: 11.235.813… Queda claro cuando se explica, pero de primeras nosotros no habríamos caído.
Otro de las series de números que más fascinación ha levantado durante años es el caso del número pi, que tuvo su primer uso en Kerala (India) en el siglo XV. En realidad Pi es la relación en la longitud de una circunferencia y su diámetro, lo que significa que Pi es irracional y eterno. Pero como no podemos pararnos a calcular todos sus decimales, 3,14 nos vale.
A todo esto tenemos que añadir el hecho de que algunos números esconden misterios o una relación muy estrecha con determinados elementos. Como ya sabréis, en muchas culturas el número 13 está asociado con la mala suerte. En España y Latinoamérica los días martes y 13 son los de la mala suerte, mientras que en Francia y países de habla inglesa son los viernes 13. En Italia, la lotería no incluye en sus sorteos este número. Todo lo contrario de lo que pasa con nuestra lotería, ya que el 13 es de las terminaciones más buscadas, lo que vino muy bien en el sorteo de Lotería de Navidad de este año, que se llevó por primera vez en la historia de este juego el 13 como terminación del premio gordo. Así que, ¡de mala suerte nada!
Al igual que el 13, en muchas culturas es el 17 el que se asocia a desgracias. Pero si se trata del 7 solo, la cosa cambia… En numerología, esta cifra equivale a la perfección. Es el número que más se cita en el Apocalipsis, son 7 las maravillas de la antigüedad, el bushido (lo que viene a ser el código de honor de los samuráis japoneses) tiene 7 virtudes, los piratas surcaban los 7 mares, cuando algo supone un gran placer se asocia a ascender al séptimo cielo, los pecados capitales son 7, el mundo se creó en 7 días… Vamos que muchas de las cosas más importantes de nuestra historia se asocian a este número, así que algo bueno tendrá, ¿no?
Está claro que los números y todo lo relacionado con ellos, ya sean datos más científicos o tema de supersticiones y asociaciones culturales, trae consigo diferentes curiosidades que los hacen aún más interesantes. Y tú, ¿en qué te basas al elegir tus números de lotería?