La campaña, bajo el lema « ¿Qué recuerdo quieres llevarte este verano?» ya ha empezado. Este año el sorteo de Navidad repartirá 70 millones más en premios. Comprar y regalar un décimo de lotería allá donde vamos de vacaciones es algo tan nuestro como la paella, las tapas en compañía y el vino en la mesa sea o no fiesta.
Sí, es noticia, ya están a la venta 170 millones de décimos de este sorteo. La emisión consta de 170 series de 100.000 números cada una, en total asciende a 3.400 millones de euros y se reparten en premios el 70 %, que se traducirá en 2.380 millones de euros. El Gordo repartirá cuatro millones de euros a la serie, el segundo premio 1.250.000 euros, el tercero 500.000, los dos cuartos premios serán de 200.000 euros y los ocho quintos 60.000 a la serie. El importe del décimo será el mismo que en las ediciones anteriores, 20 euros.
Todos los años son muchísimas las personas que sonríen recordando el recorrido que hicieron en verano, en aquel pueblo tan bonito que… tuvieron la suerte de tomarse un helado mientras compraban el que resultó el décimo premiado: Y la suerte estaba en el aire, fue el día perfecto… no dejan de contar detalles y recordar… ese fue precisamente el número que compramos para intercambiar con los amigos y familia… terminado en 8 como el día en que nació el pequeño… qué interesantes y también qué productivas fueron las vacaciones… y lo bien que lo pasamos!
La compra de lotería, más si es de Navidad, lo llevamos en las venas. Prueba de ello son los intercambios de décimos que se producen todos los años, después de los veranos, en despachos y en colegios. No sólo los profesores pactan el intercambio de décimos del lugar donde han plantado la sombrilla, aparcado la caravana o casi perdido al perro. También funcionarios, trabajadores de planta, compañeros de oficina, dependientes de supermercado… se encuentran entre los que afirman adquirir los décimos convenidos para cambiarlos. Sin mis 5 décimos de mi pueblo no puedo volver… ¿y si toca?
O el caso a la inversa, el del afortunado trabajador de una lotería que, como de costumbre, compró en agosto un número que resultó premiado con el segundo premio… Mis padres viven en un pueblo pequeño… todos los años llevo unas series y se las dejo a mi hermano en el bar… pero este año… pues tocó… y lo jugamos todos en el pueblo… ¡qué alegría!
El verano está lleno de anécdotas, sorpresas y vivencias. Unas veces compramos el décimo porque es ciertamente impensable no llevar un número de dónde hemos vivido tan buenos ratos. Otras veces, porque a la vez que hacemos turismo y conocemos la gastronomía del lugar… pues nos llevamos un número porque ¡y si toca y yo he estado justo ahí veraneando!
Los miles de turistas que vienen a nuestro país también se llevan como recuerdo la ilusión de ser los afortunados ganadores, junto con la típica camiseta recuerdo de la ciudad, un saquito de arroz con las instrucciones para hacer paella, el quesito típico de la zona… Incluso a ellos se dirige la campaña que este año ha lanzado Loterías, recordándoles que también les puede tocar a ellos. Bautizada como The Guiris, muestra, en tono de humor, cómo el turista extranjero es el primero en pensar que le gustaría ganar la Lotería de Navidad para poder quedarse y disfrutar de España durante más tiempo.
No hay mejor ventaja que adelantarse a los acontecimientos. Cuando compras la lotería durante las vacaciones, antes haces partícipes a los tuyos de esta gran ilusión. Además, cuando viajas, te acercas a la suerte de forma tranquila. Entre esos lugares que elegiste para vivir un verano inolvidable puede estar la noticia de las navidades, y ser protagonistas. Si sueñas… Lotería.