La Naturaleza siempre está ahí para ayudarnos. Siempre recurrimos a ella, aunque no seamos conscientes. Sacamos las medicinas de sus plantas, de sus árboles. Nos refugiamos en ella cuando queremos descansar, pensar o encontrarnos, dando paseos por el campo, por sus bosques, por sus playas.
Numerosos estudios han demostrado que el contacto en ella aumenta nuestra capacidad creativa y artística, nos mejora la memoria a corto, medio y largo plazo. Nos incrementa la autoestima; hasta la calidad de nuestro sueño se ve beneficiada.
Nos alimentamos de la Naturaleza. En ella saciamos nuestra sed. Respiramos gracias a la fotosíntesis que se realiza en las células de sus plantas, convirtiendo el dióxido de carbono en carbohidratos con la energía solar que absorben.
Gracias a ella, nos cobijamos. Nos curamos. Y por supuesto, hemos encontrado un sistema de cambio con sus metales con el que pagamos y negociamos.
Y aunque a algunos les resulte nuevo, desde la antigüedad numerosas tribus han encontrado en sus minerales beneficios y propiedades que no sólo nos hacen sentir bien, también mejoran nuestro sistema inmunitario, endocrino y arterial.
A algunos les produce rechazo hablar de amuletos, pero no nos damos cuenta de que los llevamos, aceptamos y buscamos desde siempre.
El mundo de las joyerías se basa en ellos, nos hacen sentir más bellos, más orgullosos y satisfechos. Decoramos nuestros hogares, los que pueden permitírselo con objetos naturales; los que no, con copias e imitaciones.
Seamos o no conscientes de ellos, hay objetos que nos encantan y atrapan, y si pensamos un poco en ellos, o los miramos con atención, descubriremos que siempre nos han dado suerte. O que los llevamos con cariño, porque a nuestra abuela siempre le dieron suerte, por ejemplo, unos pendientes; o ese llavero o colgante inseparable que siempre le recordamos llevar a…
Así es, si nos detenemos y los miramos con atención, quizás nos sorprendamos descubriendo que están hechos de ágata, ónix, azurita…
Estas son algunas de las piedras de la suerte en las que muchos coinciden en llevar porque les han dado fortuna o, simplemente, en ellas han encontrado la seguridad a la hora de tomar decisiones que luego han visto ser acertadas y oportunas.
Piedras para la suerte en juegos de azar:
1. Ágata
Es considerada uno de los mejores amuletos que existen para atraer la buena suerte.
2. Jade verde
Es el amuleto por excelencia en la cultura China. De hecho, es muy común allí llevarlo en el bolsillo para atraer la prosperidad.
3. Rubí
Considerada como la piedra de la riqueza y del éxito, esta preciosa piedra es la ideal para iniciar proyectos y que se hagan realidad.
4. Turquesa
Increíblemente valorada en los países árabes por atraer la buena suerte y fortuna, esta espectacular piedra azul confiere a su portador con buena energía alejando las negativas. También es conocida como la gran piedra de la alegría y el bienestar.
5. Jaspe rojo
Conocida por ser la piedra preciosa que llevan los artistas y actores para que les den suerte. Es particularmente valiosa por la energía que confiere, y por aumentar no sólo la buscada suerte, sino también para incentivar la creatividad y conferir confianza.
Si en algo coinciden todos los portadores de un amuleto es el la atracción que nos produce nada más verlo y percibirlo. Sentimos una necesidad cual imán que nos hace querer poseerlo.
Si quieres aumentar tu suerte: busca tu piedra. Un consejo final, deja que ella te escoja a ti. ¡Suerte!