Después de viajar con una mochila, el ver y recorrer el mundo desde una caravana es lo que muchos consideramos lo más parecido a la libertad.
Anhelamos tener una caravana con la que recorrer con tiempo y con las personas queridas, carreteras desconocidas que nos lleven a paisajes perfectos, caminos en los que seamos nosotros los dueños de nuestro destino.
La caravana no es sólo el símbolo de la libertad, lo es de la autonomía. Es una forma de vida libre de ataduras, de horarios, de movimientos…. Es como tener un hogar en todas partes, sin tener que reservar o planificar.
No hay conversación sobre vacaciones, sobre lo que haríamos si nos tocara un pellizco, en la que no aparezca la ilusión de poseer una joya de estas con ruedas y con todos sus complementos modernos y cómodos.
Y no somos los únicos -los europeos-, los que deseamos subirnos a nuestra casa a cuestas, cual caracoles viajeros. También los americanos recorren de costa a costa su gran país, al igual que australianos y, por supuesto, los chinos.
En China triunfa una autocaravana con 2 plantas y ascensor que vale la escandalosa cifra de 413.000 dólares.
A pesar de su elevado precio es uno de los vehículos más vendidos de China. Con un acabado y unas prestaciones que nada tienen que envidiar a alojarse en un hotel de lujo. Os dejamos aquí un enlace con el que seguro desearéis aún más ser el afortunado ganador de un décimo o un boleto millonario.
Todos hemos visto en la carretera autocaravas que son una pasada. Por fuera, ya se les ve: paneles solares, calefacción, ducha, habitáculos con equipaciones ultra modernas, diseños vanguardistas, detalles de calidad… Una envidia del tamaño de California y algún que otro estado más.
Pensamos: ¡cómo me toque la primitiva…! ¡De cabeza me la compro!
Y es que no sólo significa la libertad de movimientos que nos posibilita, es también la comodidad de llevar siempre nuestras cosas a mano. Es la facilidad con la que podemos improvisar, y el deseo sin igual de dormir en sitios únicos y espectaculares.
Lo sabemos; es pensar en tener una… y salir por la puerta para sellar un boleto. Esa posibilidad, ese resguardo, nos hace volar por dentro.Nos hace sentir tan ilusionados como cuando de niños nos llevaban al circo, o por primera vez volábamos en avión y, de lejos, veíamos el mar. Increíble. ¡El no va más!
Hay autocaravanas que tienen tal lujo y nos dan tantas comodidades que imaginamos que serán como vivir en un hotel plagado de estrellas, hecho a nuestra medida, a nuestro gusto y encima, con ruedas.
Siempre preparada para descubrir diferentes paisajes, lugares, culturas y hasta curiosidades, las autocaravanas son la envidia sana. Además, ahora, las nuevas tienen un interior plagado de confort para que a los ocupantes no les falte de nada. Sin duda, no nos extraña que sea el deseo y el premio de muchos nuevos millonarios.
Si sueñas… siempre con Loterías. ¡Suerte!