En España, cuando un décimo de lotería está roto o dañado existe la posibilidad de enviarlo a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para que expertos en la materia inspeccionen el deterioro del boleto y traten de verificar que es el original e incluso reconstruir el billete para poder emitir un veredicto. Son los CSI españoles, que no aparecen en series, ni son famosos, pero que efectúan un trabajo minucioso propio de cirujanos o de restauradores de obras de arte.
A estos CSI de la lotería les llegan décimos que han sufrido lavados y centrifugados en la lavadora al haber sido olvidados en pantalones, camisas, e incluso uniformes de trabajo.
Y es que a veces guardamos con tanto mimo y cuidado nuestros boletos, que nos olvidamos que les habíamos depositado en el bolsillo al lado de nuestro corazón, porque como decía un afortunado ganador: Sentía que escuchando mis latidos, de alguna manera el boleto saldría premiado… ¡y así ha sido! Lo que yo no tuve en cuenta, es que soy tan despistado que… fue a la lavadora. ¡Menos mal, que he podido cobrarlo! Y eso, que cuando lo saqué parecía de todo menos un décimo. ¡Un décimo premiado!
Son tantos los accidentes que les suceden a los boletos, que los CSI de la lotería se ganan su sueldo. Aunque nos parezca mentira, les llegan décimos, rotos y planchados, casi quemados… ¡destrozados!
Los CSI que trabajan en la Fábrica de Moneda y Timbre no sólo tienen que recuperar los décimos y reconstruiros, en aquellos casos que han sido muy perjudicados, también tienen que comprobar su autenticidad para poder abonarlos.
Por supuesto, que para autentificar los boletos premiados siempre tienen que averiguar la numeración de cada décimo entregado, comprobar si coinciden los colores, números, fechas… con los del original, así como, que coincidan las claves de seguridad que todos los décimos esconden. Para ello, y gracias a las técnicas de hoy en día, nuestros CSI utilizan ordenadores, laboratorios y técnicas científicas casi tan modernas o más, que las mostradas en las famosas series de la televisión.
Para que nos hagamos una idea, sólo en los Sorteos de Navidades de 2011 se restauraron y peritaron más de 30 décimos. Y en 2012 según nos cuentan, las cifras aumentaron a más de 35 boletos. No les ha faltado trabajo, y el 2018 no fue una excepción.
Para evitar que el boleto de loterías se vuelva irreconocible, se pierda, lo roben, o cualquier otra desgracia, lo mejor es ser cuidadosos. Hay que tener en cuenta que un décimo es un documento al portador. Eso significa que cualquier persona que lo presenta lo va a cobrar inicialmente… salvo que pongamos una denuncia antes de que se produzca el sorteo… ya que se puede solicitar al juzgado que paralice el cobro mientras se aclara de quién es.
Lo cierto es que algunos fotografían sus décimos para dejar constancia de que son los dueños, otros los firman por la parte de atrás, hay quienes los guardan en su caja fuerte, o siempre en el mismo sitio. Y por supuesto, ahora en la era digital en el que nos encontramos, muchos muchísimos jugamos a la lotería Nacional online, como por ejemplo a través de loteriaelnegrito.com así nos aseguramos cobrar siempre, sin perder, ni olvidar nunca los décimos.
Y es que si algo hay en lo que todos coincidimos, es en la ilusión que depositamos en la Lotería, aunque para nuestra desgracia, también lo hacemos un poco en el despiste. Jugamos soñando en ser los afortunados ganadores. Soñamos con hacer realidad nuestros sueños.
Soñamos con loterías… Pero, procuremos no hacer trabajar mucho a los CSI de Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, cuidemos nuestros décimos y juguemos online.
¡Suerte!