Seguro que muchas veces has pensado: ¡Qué suerte tienen algunos! A mí eso no me pasa… quizás eres de los que piensas que algunas personas nacen con más suerte que otras. ¿Es eso cierto? ¿Algunas personas nacen con estrella y otras estrelladas? Pues es precisamente ese pensamiento derrotista y adverso el que hace que tú mismo alejes a la buena suerte de ti.
Así es, una influencia positiva en las posibilidades de obtener éxito en lo que se desea, provocarla o intuirla desde nuestro interior más profundo, realizando hábitos y rutinas naturales… son las claves para atraer la suerte a nuestro entorno y a nuestra vida.
El azar, un golpe de fortuna o lo que llamamos TENER SUERTE ¿es algo innato? ¿Podemos inclinar esa balanza hacia nuestro lado? ¿Podemos invocar la suerte, la magia de una manera casi sobrenatural?
La respuesta es sin duda alguna afirmativa: Si.
Podemos y debemos influir positivamente en nuestra vida, para llenarla no sólo de suerte, sino de actitudes positivas que atraigan y propaguen la suerte anclándola en nuestra vida y en nuestro ser.
La clave de la suerte está en nuestro interior. Como una llama que nosotros decidimos encender o apagar.
Ama la vida y la vida te devolverá todo su amor. Quizás en forma de fortuna. De cariño, de amor, de salud…
Se agradecido con el don de la vida que te han otorgado. Y la vida te recompensará cuando menos te lo esperes. La vida es energía que sorprende, sólo hay que tener una actitud positiva, enérgica y dejarla creer para que nos impresione cuando menos pensemos.
La buena suerte es como una planta a la que hay que regar, cuidar y mimar todos los días. Aquí una actitud positiva es crítica. La suerte es como un boomerang, la sonríes y te vuelve cuando menos te lo esperas.
La vida es un sueño, una aventura en la que uno elige el camino, la carga y la sonrisa. Una disposición alegre, poderosa, atrevida si cabe, y desafiante ante los retos, es clave para abrazar a la suerte y arraigarla entre los nuestros.
Una actitud positiva no sólo es ver el vaso medio lleno. Es buscar la botella incluso antes de tener sed. Compartir el vaso y soñar con llenarlo en mil y un sitios.
Los gestos diarios positivos marcan cada uno de los pasos durante el día y permanecen a lo largo de la semana. Actos como sonreír, pensar en positivo nada más despertar, ayudar, son claves para generar buenas vibraciones.
El mejor amuleto que podemos tener, nuestro ángel, nuestra estrella más brillante es nuestra sonrisa interior. El creer en nosotros mismos. El sentir la fuerza vital recorriendo nuestra sangre. Nuestro mejor amuleto es nuestra intuición.
Nuestro talismán son unas manos llenas que dan… seguro que reciben a manos llenas.
La suerte está en tus manos. Aprende a verla. A encontrarla. La energía positiva te rodea y te espera para vivir en tu interior.
Si eres una persona positiva y sueñas… la mejor lotería es la propia vida. Y seguro que esta otra también te llenará de alegrías.