Iván Dmitritch, un hombre de clase media que vivía con su familia y muy satisfecho con su suerte, se sentó en el sofá después de cenar y empezó a leer el periódico.
– Hoy me olvidé de mirar el periódico -le dijo su esposa mientras levantaba la mesa-. Fíjate si están los resultados.
– Acá están -dijo Iván-, ¿pero no pasó ya el sorteo de ese billete?
– No, lo conseguí el martes.
– ¿Cuál es el número?
– Serie 9.499, el número 26.
– Bueno… Vamos a ver… 9.499 y 26.
Iván Dmitritch no cree en el azar y no le interesa la lotería y, por lo general, no hubiera consentido revisar la lista de números premiados, pero ahora, como no tenía otra cosa que hacer y cómo el periódico estaba ante sus ojos, deslizó su dedo hacia abajo a lo largo de la columna de números. Y de inmediato, como una burla a su escepticismo, no más allá de la segunda línea, su mirada se fijó en la cifra 9.499. No pudo creer lo que veía, se apresuró a soltar la hoja en su regazo sin mirar el número del billete y, como si le hubieran tirado un balde de agua encima, sintió que el frío le llegó a la boca del estómago; una sensación terrible y dulce al mismo tiempo.
-¡Masha, 9.499, ahí está! -dijo con voz ahogada.
Así nos cuenta el escritor Antón Pávlovich Chéjov en un cuento titulado El billete de lotería, los sueños, deseos y también problemas de un matrimonio que le ha tocado la lotería y se da cuenta que no tienen ni los mismos proyectos, ni las mismas ambiciones. Y es que la lotería nos da alas, nos permite conseguir nuestros anhelos más profundos, pero también nos marca claramente la dirección a seguir sin los frenos del dinero y con la libertad del tiempo a nuestros pies.
Los libros son fiel reflejo de la vida, en diversas ocasiones, el personaje principal le marca el hecho de ser el agraciado de un suculento premio. Tal es el caso de la protagonista del libro de Patricia Wood, La Lotería, en el que un joven con pocas luces es el afortunado ganador de un billete de lotería premiado con doce millones de dólares. Una novela alegre, conmovedora, repleta de personajes crueles, heroicos que habla de la confianza, la lealtad y de todo aquello que nos define como seres inteligentes.
¿Quién no ha leído y ha disfrutado a Julio Verne, con su Vuelta al Mundo en 80 días, o con La isla misteriosa? Pues también escribió un libro titulado: Un billete de lotería: el número 9672. En el que un Verne sorprendente nos narra la fascinante aventura de un náufrago, al que se supone muerto y hace llegar a su novia, por medio de una botella, un billete de lotería para un próximo sorteo muy importante. El boleto desatará pasiones, supersticiones y codicias, antes de que se produzca un desenlace increíble. ¡La vida misma!
Otro libro impresionante que tratan es The winner, de David Baldacci. En el que una madre muy pobre recibe como regalo un billete de lotería premiado con 100 millones de dólares. Una novela de suspense más que entretenida de la que no podrás separarte únicamente para tentar a la suerte, llevándote a comprar un boleto quizá premiado…
Muy absorbente también la historia de JoLayne Lucks, una veterinaria afroamericana, que juega a la lotería con los números de las edades que tenía cuando rompió con sus exnovios. En este relato titulado Lucky you Carl Hiaase, nos relata las peripecias de esta ganadora del bote de 28 millones de dólares, de la lotería de Florida. Como ella no es la única acertante, y otros no tiene la intención de compartir el bote… leeremos lo que pretenden por quedarse con el total.
No podíamos dejar de nombrar a Victoria Connelly y a su Molly´s millions, una comedia romántica en la que la protagonista es la feliz ganadora de 4 millones de libras en la Lotería Nacional de Reino Unido. En esta ocasión, Molly es una florista de muy buen corazón que decide entregárselo todo a personas que lo necesiten más que ella. Un libro divertido, original que nos dará que pensar.
Como vemos, la lotería forma parte de nuestra vida. Nos ilusiona, nos entretiene, hace que planeemos y, en otros casos, que nos replanteemos la vida. Dejémonos sorprender y sorprendamos. ¡Suerte y a disfrutar!