Todos sabemos cómo rellenar una Quiniela. En España, un país futbolero, no hay casa, bar, peña o grupo de amigos que no tenga, lleve o piense, en jugar la próxima jornada.
Rellenarla en sí, poner unas aspas en las casillas adecuadas para poder validarla en la administración de Lotería, no tiene ninguna ciencia.
Tan sólo hay que marcar el equipo vencedor en cada uno de los 14 partidos. Poner un 1 si gana el equipo local, señalado en primer lugar. Una X, si empatan el partido, o un 2 si gana el equipo visitante, señalado en 2º lugar.
Y luego para finalizar, marcar el resultado exacto del encuentro señalado en la posición 15 (incluida la prórroga si hubiera), conocido por todos como el pleno al 15.
Así de simple y sencillo. Hasta un niño que está aprendiendo a escribir en la cartilla es capaz de realizar. Pero luego el acertar… es otro tema.
Hay quienes la cumplimentan casi sin pensar. Otros que la completan por preferencias de los colores de la camiseta, y otros muchos, leen y buscan opiniones más o menos profesionales, contrastadas y estudiadas, mirando desde las lesiones, estado de los campos, el tiempo que va a hacer ese día, los árbitros, los estados de ánimo de los jugadores, o si van a sobrevolar aviones por el campo.
Rellenar bien una Quiniela tiene su ciencia, su arte, hasta su sabiduría.
Es más que normal antes de los partidos oír en las tertulias los pronósticos, cual pitonisas, asegurando el final con una clara victoria del equipo casero, o del farolillo rojo, porque está obligado a ganar…
Pero saber, lo que se dice saber, conocer cómo va a acabar un partido, no lo sabe ni el portero, por muchas ganas que tenga de salir imbatido.
Y por supuesto, que no hemos entrado a hablar de la técnica de las Quinielas con apuestas múltiples, múltiples directas o reducidas, porque en vez de un artículo, estas palabras formarían parte de un tratado, y nos acercaríamos peligrosamente a un Doctorado.
Pero sí podemos hablar de ciertas claves en las que coinciden todos los expertos, tanto estudiantes de Ingeniería de Telecomunicación que utilizan algoritmos para predecir ciertos sucesos, entre ellos, el resultado de los partidos, como matemáticos fieles a sus estudiadas teorías, como deportistas de chándal o de corazón… todos ellos, confluyen en:
- Estudiar las estadísticas, partidos anteriores de ambos equipo, jugadores, faltas, hasta los comentarios de los entrenadores. Todo vale para inclinar la balanza hacía el equipo que juega en casa o el que visita.
- Sé frio. No dejes que tu corazón, tus sentimientos y deseos decidan a la hora de señalar un ganador.
- Da ventaja ante la duda al equipo local.
- Rellena múltiples quinielas para tener una mayor probabilidad de alcanzar los premios.
- No apuestes una cantidad superior a la que estés dispuesto a perder. Juega siempre según tus posibilidades económicas.
- Crea o juega en una peña para aumentar exponencialmente tus posibilidades de ganar.
- Escucha comentarios en programas de radio, televisión. Presta atención a sus palabras. A lo que dicen y lo que callan. Toma notas y contrasta la información, y luego, rellena la Quiniela con calma, sin emoción.
- Existen programas informáticos. Combinaciones de quinielas reducidas, condicionadas, múltiples… sé listo. No te dejes embaucar.
- Y por último, disfruta. Es una apuesta, pero también es un juego en el que la suerte está presente. Sé consciente de ello y no te desanimes, nunca se sabe dónde está la fortuna.
Si sueñas… diviértete. Y ¡suerte!