Es obvio que todos y cada uno de nosotros somos diferentes, es lo que nos hace ser especiales y únicos.
La personalidad podemos definirla como ese conjunto de rasgos distintivos de un individuo, de las diferentes formas de comportarse y pensar que suponen diferencias individuales y que se ven afectadas por el desarrollo de la persona.
La personalidad es también el patrón de pensamientos, sentimientos y conducta que presenta una persona y que persiste a lo largo de toda su vida, a través de diferentes situaciones. Incluye actitudes, formas de relacionarse con los demás, habilidades, hábitos y formas de pensar.
Las personas somos complejas. No nos define un único adjetivo. Somos una mezcla de rasgos, de características, de particularidades que nos hace ser irrepetibles.
Somos como un batido compuesto por diferentes componentes. Cada uno tenemos unos rasgos en nuestra personalidad que predominan en mayor o menor medida. Estos serían los principales:
- Extravertidos: Este tipo de persona está definido por la necesidad constante de buscar fuentes de activación a través de la interacción con el entorno. Son personas alegres y divertidas que disfrutan de la compañía de los demás. Prefieren moverse y permanecer en el mismo lugar.
- Introvertidas: Este rasgo define a las personas tímidas. Suelen vivir volcados en su vida mental, su imaginación y sus recuerdos.
- Estables: Personas con una mayor capacidad para gestionar los momentos difíciles o estresantes.
- Rebeldes: Este tipo de persona tiende a mostrarse más receptiva a formas de pensar innovadoras y originales. Muestra mucho menos respeto por la autoridad que el resto.
- Conservadoras: La antítesis de las rebeldes. Esta característica destaca por las buenas costumbres y la defensa de las tradiciones. Son personas que desconfían de las novedades y les cuestan mucho los cambios.
- Astutas: Rasgo que define a las personas que se caracterizan por tener la capacidad de ver las cosas con un distanciamiento que les permite descubrir explicaciones alternativas sobre lo que está pasando y sobre lo que puede pasar.
- Ingenuas: Personas confiadas. Acostumbran a dar por buenas las ideas y las propuestas de los demás. Por su forma de ser tan inocente, pueden ser manipuladas con relativa facilidad.
- Obsesivas: Son individuos que tienden a quedarse atrapados en bucles de pensamientos de los que les cuesta salir. Les cuesta tomar decisiones y llevar a la práctica sus propuestas.
- Hostiles: Este rasgo marca a las personas que experimentan rabia con mayor facilidad que el resto. Toleran mal la frustración y son especialmente proclives a crear situaciones conflictivas y a expresar su desacuerdo ante las opiniones, intenciones o actitudes de los demás.
- Cínicas: Tienden a pensar que los demás tienen motivaciones poco nobles que quieren esconder.
- Neuróticas: son aquellas personas que tiene una baja tolerancia a la frustración. Experimentan enfado con facilidad y son propensas a los estados depresivos y a la ansiedad. Suelen cambiar de estado de ánimo con facilidad y con frecuencia sienten emociones desagradables como por ejemplo el miedo.
Según la proporción de los rasgos o características arriba nombradas, a todos nos define un tipo, o un modelo de jugador. Descubre cual eres o cual predomina en ti:
- Aventureros: Son personas extrovertidas, astutas, rebeldes pero a la vez con una estabilidad muy consolidada por saber lo que quieren. Son grandes jugadores. Ven el riesgo, pero también ven la oportunidad. Disfrutan la vida y sus posibilidades. Les gusta descubrir juegos novedosos y nuevas posibilidades.
- Competitivos: Personas a las que las gusta demostrar lo que saben y valen. Son obsesivos con sus fines. A veces son cínicos y tienen unas dosis bastante elevadas de hostilidad. Son astutos y grandes jugadores. Acostumbrados a ganar y a llevarse grandes premios. Ven las oportunidades, las posibilidades y aprovechan su suerte.
- Estrategas: Son personas muy astutas. Constantes y estables. Suelen ser conservadoras. Eligen muy bien sus juegos y apuestas. Grandes planificadores y visionarios. Perfeccionistas. Rápidos en actuar cuando tienen claro sus planes y ven cómo lograrlos. Obtienen grandes premios.
- Supersticiosos: Personas marcadas por sus pálpitos. Obsesivas con sus rituales. Suelen ser introvertidas, rebeldes y muy constantes. Esa perseverancia tiene su recompensa pues suelen ser ganadores de pequeños y, a menudo, grandes premios.
- Abiertos: Personas muy amigables. Y siempre abiertas a todas las opciones. Estables, extrovertidas y francas. Astutas y nobles. Son los grandes beneficiados. Participan en los juegos de los demás obteniendo así su suerte y su ganancia. Participan en peñas y allí donde estén sus amigos y conocidos. Comparten su suerte. Sus ganancias y su alegría allí donde van.
Todos sabemos cómo somos. Qué queremos y cuáles son nuestros sueños. Seamos un tipo de jugador u otro, todos soñamos con que se vean realizados nuestros proyectos e ilusiones. ¡Suerte!