Dicen que el dinero no da la felicidad pero… ¡ayuda una barbaridad! Sin embargo, ¿Qué sucede si uno pasa de andar justo, a disponer de grandes sumas? ¿Y si esas cantidades son tan enormes que se nos escapan? En teoría el deseo que tenemos todos de poseer más dinero es para que nos libere de las esposas, del yugo, de esas obligaciones tan pesadas y exigentes como son el madrugar, soportar un trabajo arduo, constante y esclavo… no tener tiempo para realizar nuestros deseos… o, simplemente, para disfrutar el tiempo como queremos, y no metidos en una cárcel, por la que nos pagan el sueldo.
Pero, puede suceder que poseer mucho más dinero que el que podemos gestionar nos cambie hasta tal punto de hacernos infelices… ¿o no? ¿El dinero siempre da la felicidad, sea la cantidad que sea? O es acaso mejor tener mucho dinero, ser millonario, disponer del capital para hacer lo que siempre hemos deseado en vez de tener tanto dinero que sea un problema gestionarlo… ¿ser requeté millonario, ser supermillonario, multimillonario es siempre la mejor opción?
Vamos a profundizar en el tema con unos ejemplos, nada mejor que ver lo que les ha sucedido a otros para, sabiendo cómo somos, ser capaces de ponernos en su situación y valorar la respuesta. Quizá haya tantas respuestas como personas, o quizá, las personas nos parezcamos tanto, que cometamos los mismos errores. Veamos estos casos:
La familia Philo eran dueños de una modesta empresa de imprenta. En poco pasaron de vivir cómoda y felizmente a convertirse en millonarios, cuando su empresa despegó.
Su hijo declaró que pasaron de ser una familia muy feliz, ya que nunca tuvieron problema con el dinero a convertirse en una obsesión por tener más y más. Desaparecieron las relaciones familiares, la alegría y el bienestar. Confesó: «Habiendo visto todo el panorama, diría que estar acomodado vale la pena. Volverte muy rico, no».
Sin conocerlos, Murat Morrison no puede estar más de acuerdo. Se convirtió en multimillonario cuando vendió su empresa camionera a finales de los 90. Manifestó con gran sentimiento: Una cosa que acompañará siempre es que el dinero compra comodidad. Comodidad no es felicidad o satisfacción. En pocos años me sentí tan vacío como un tambor. Está bien vivir cómodo, pero es más satisfactorio ser feliz.
Veamos otro caso. El propósito de Stu Sjouwerman en la vida era trabajar, era lo que le hacía feliz. Trabajé duro durante 15 años y vendí mi empresa de software. Me fui con una suma total en las decenas de millones, y me jubilé durante el asombroso período de… cinco días. Me sentí tan triste y agobiado que sentí la necesidad de volver a estar ocupado. Poco después comencé con mi nueva empresa y me sentí mucho más feliz.
La riqueza suele revelar la verdad de las personas. Acentuar sus virtudes y defectos. Esto declaró Paul Buchheit, programador informático, empresario estadounidense, creador y desarrollador principal de Gmail, expresó su opinión sincera sobre el tema: En general, agudiza las características que ya existen. Si tú eres un patán, tener más dinero te hará probablemente aún más patán. Sin embargo, si tienes un propósito y un significado en tu vida que va más allá de perseguir la zanahoria dorada, el dinero te puede dar la libertad de dedicarte a las cosas que más te importan.
Los beneficios de tener dinero son evidentes. Nos da alas. Los inconvenientes surgen principalmente con los amigos y la familia. Según declaró un nuevo multimillonario: «La mayoría ahora quiere algo de ti, y puede ser más difícil saber si alguien es amable contigo porque te quiere a ti o a tu cuenta corriente», continúa el anónimo supermillonario. «Si aún no estás casado, buena suerte intentando averiguar (y/o siempre dudar) si tu pareja está atraída por ti o por tu dinero».
Terminemos con las declaraciones de Christopher Angus, que dijo haber ganado su dinero vendiendo cuatro nuevas empresas pequeñas, reveló: Prefiero tener dinero a que no, como en los últimos siete años, ya que el dinero me ha permitido libertades y experiencias que mucha gente no tendría en toda una vida. Por ejemplo, un año me di 25 vacaciones y, en otra ocasión, me gasté US$20.000 en una juerga de sábado por la noche.
En resumen, el multimillonario… no sabe lo que tiene, y como no tenga bien amueblada la cabeza, puede convertirse en víctima de su dinero, ser su cárcel y calvario privado. Mientras, el millonario, suele estar contento porque tiene para todo, porque sueña y se hacen realidad sus deseos. Y tú, ¿qué opinas? entre millonario o multimillonario, ¿qué prefieres ser?