Somos hombres de costumbres. Algunos jugamos a la Primitiva todos los jueves y sábados con la esperanza, de algún día, no sólo brindar por habernos tocado un gran pellizco, sino con invitar a nuestros amigos haciéndoles participes de que con el último sorteo, hemos sido los afortunados ganadores y vamos a poder hacer realidad ese sueño de…
Pero, mientras pensamos: ¿debería seguir jugando a la Primitiva o, quizás, tenga mayor posibilidad en otro juego, en otros sorteos?
Si eres de los que a veces has pensado eso, este artículo te va a ayudar.
El cálculo de las probabilidades de ganar de mayor a menor suerte son las siguientes:
- La probabilidad de la Lotería Nacional, en el sorteo de los jueves, es de 1 entre 600.000.
- Mientras en el sorteo de Navidad de la Lotería Nacional se reduce hasta ser de 1 entre 100.000.
- A mayor distancia lo sigue la Quiniela que, para llevarse el pleno al quince, supone una probabilidad de 1 entre casi 5 millones.
- La suerte de ser el afortunado ganador de la Lotería Primitiva y de la BonoLoto es muy similar, alcanza a 1 entre 14 millones.
- Seguido de cerca de El Cuponazo, con una probabilidad de 1 entre 15 millones.
- Con igual probabilidad que el anterior se sitúan el Cupón y el Combo de la Once.
- En el Gordo de la Primitiva la probabilidad de llevarse el primer premio asciende hasta 1 entre unos 31 millones.
- El Euromillón tiene una probabilidad de 1 entre 76 millones.
- Por último, la posibilidad de que toque el Eurojackpot es de 1 entre 95 millones.
Como vemos, las posibilidades hacer sonar la campana es difícil. Todos sabemos que hay que tener mucha suerte para que nos toque un gran premio. Sin embargo, quién no conoce a personas de su barrio, conocidos o, incluso, familiares, que en alguna ocasión han sido los afortunados ganadores de un buen premio.
Lo que podemos tener muy claro, es a quién nunca le va a tocar, ni le tocará: aquel que no participa, el que no juega. Desde luego, prefiero mantener la ilusión y la posibilidad de un día ser ese afortunado ganador.
En los juegos de azar, como su nombre indica y así se definen, participa el azar. Ahí está la magia, la suerte en ese bombo invisible en el que todos queremos salir nombrados, premiados. Aunque las probabilidades matemáticas sean bajas, ante unos premios tan desorbitados, siempre merece la pena disponer de esa opción.
Además, unas veces nos devuelven lo jugado, en otras recuperamos lo jugado en toda una temporada. Pero siempre, siempre, participamos y compramos esa opción de conseguir hacer realidad ese montón de sueños que se atrapan entre cifras inimaginables.
A mí me sirve saber que, como juego de azar, de suerte, quizás una mañana sean mis números… Que mi pálpito fue certero y me ría con ganas de las matemáticas y de sus exactas probabilidades.